Esta pequeño pueblo es amigable y muy tranquilo. No hay hoteles de gran altura ni vibraciones turísticas aquí. La playa es espectacularmente hermosa y rara vez está llena de gente, incluso en temporada alta de vacaciones. Se puede nadar en el agua la mayoría de los días, especialmente en el extremo sur de la playa, y las banderas de advertencia indican los momentos en que se requiere precaución adicional o se debe evitar el agua debido a la corriente. El extremo norte de la playa está casi desierto y presenta un estero con muchas hermosas aves costeras como pelícanos, garzas, ibis y más.

La población durante todo el año de alrededor de 2.500 crece con 500 - 1.000 o más extranjeros entre Noviembre y Abril. Los residentes locales y los visitantes son amigables y abiertos y están dispuestos a convivir. El pueblo ofrece servicios como verduras orgánicas, bebidas espresso, pequeños restaurantes y puestos de tacos, panaderías, bares de jugos en las aceras, mercados de pescado, etc., para una relación de beneficio mutuo entre los locales y los visitantes.
Foto por:  Alex Nevares
La Plaza Central